La inteligencia artificial ya permite lanzar ciberataques invisibles

La inteligencia artificial ya permite lanzar ciberataques invisibles

La inteligencia artificial ha dejado de ser un experimento de laboratorio para convertirse en una herramienta al alcance de cualquiera.

Y, como suele ocurrir, los ciberdelincuentes han sido los primeros en sacarle partido. Lo que antes requería horas de preparación ahora se ejecuta en minutos gracias a modelos generativos capaces de imitar voces, crear rostros hiperrealistas o manipular asistentes virtuales.

En este nuevo escenario, los expertos de Zerod, el primer marketplace de white hackers, detectan un auge de estafas impulsadas por IA. En este nuevo escenario, los expertos de Zerod, el primer marketplace de white hackers, detectan un auge de estafas impulsadas por IA. Entre las más preocupantes están el robo masivo de credenciales y datos financieros dirigido especialmente al sector hotelero, utilizando phishing automatizado con IA, los deepfakes con impacto político y los fraudes de identidad sofisticados que aprovechan técnicas como el voice cloning o el prompt injection.

Estafas hosteleras, deepfakes y fraudes de identidad

El turismo se ha convertido en uno de los sectores más vulnerables. Los atacantes se hacen pasar por empleados de agencias o cadenas hoteleras, utilizando chats y correos generados por IA para robar credenciales y datos bancarios. “Con sistemas de mensajería automatizada, pueden atender a decenas de víctimas a la vez y generar comunicaciones que imitan el tono corporativo de un hotel real. Una vez obtienen las credenciales, las utilizan para realizar transferencias fraudulentas, compras no autorizadas o incluso para vender esos datos en mercados clandestinos”, explica Víctor Ronco, CEO de Zerod.

El problema, sin embargo, no se queda en el turismo. Los deepfakes políticos ya forman parte del arsenal de desinformación en campañas electorales. “Vídeos y audios que parecen auténticos pueden socavar la reputación de un candidato o provocar desconfianza en procesos democráticos”, advierte Víctor Ronco. En este sentido y según algunos informes, en 2024 se detectaba un intento de deepfake cada cinco minutos a escala global.

La tercera gran amenaza es el fraude de identidad mediante clonación de voz. Hoy basta con unos segundos de audio para recrear la voz de un directivo, un proveedor o incluso un familiar. “Esa clonación se utiliza en llamadas (vishing) para ordenar transferencias urgentes o convencer a un empleado de que comparta información sensible”, señala el CEO de Zerod. A esto se suman las técnicas de prompt injection (inyectar instrucciones maliciosas en asistentes de IA), que abren grietas en aplicaciones corporativas que hasta hace poco parecían seguras.

Además, las cifras confirman la tendencia. Solo en España, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) gestionó más de 97.000 incidentes en 2024, de los cuales el 43% estuvieron relacionados con fraudes online; mientras que el phishing fue el gran protagonista, con más de 21.500 casos registrados. A escala internacional, los intentos de falsificación digital crecieron un 244% en un año, un dato que muestra hasta qué punto el fraude digital se ha disparado.

La IA industrializa el fraude

Lo preocupante no es solo que la IA facilite un fraude, sino que lo industrializa. “En los últimos seis meses hemos visto cómo operaciones que antes requerían días de preparación, como grabar un audio falso o crear una web trampa, hoy se pueden replicar en cuestión de minutos y a gran escala. Eso obliga a repensar por completo las defensas, porque el adversario juega ahora con una ventaja de velocidad y realismo”, explica el CEO del primer marketplace de white hackers.

Víctor Ronco insiste en la necesidad de reforzar la formación del personal, implementar sistemas de verificación adicionales y realizar simulacros periódicos. “La prevención es más barata que la recuperación. Empresas turísticas, partidos políticos y administraciones públicas deben asumir que ya no basta con el antivirus tradicional y es que la identidad digital se ha convertido en el verdadero campo de batalla”, mantiene el experto de Zerod.