Las contraseñas, herramienta arcaica
El Día Mundial de la Contraseña está para recordarnos que los PIN y las contraseñas son una herramienta arcaica que ya no funciona. Las contraseñas se venden en la dark web al mejor postor, se explotan para actividades fraudulentas e incluso han costado a algunas personas grandes sumas de por olvidarse las contraseñas con las que guardaban sus criptomonedas.
Está claro que este tema es un verdadero problema para la población. De hecho, un nuevo estudio de Nuance en España señala que uno de cada tres usuarios (33%) admite usar entre una y tres contraseñas diferentes – o alguna variación similar de las mismas – para sus credenciales. Esta situación hace que el 44% de los consumidores olvide sus contraseñas y tenga que resetearlas, así como que el 34% reciba notificaciones cada trimestre de que sus contraseñas se han visto comprometidas. Esto podría conllevar un mayor riesgo de fraude, y son las empresas las que deben asumir la responsabilidad de abordarlo reforzando la seguridad de sus clientes con soluciones más modernas.
Teniendo en cuenta que el mismo estudio ha detectado que, de media, las víctimas de fraude han perdido 1.657€ en los últimos doce meses – un 34% más que hace dos años –, ya es hora de que los PINs y las contraseñas pasen a la historia, y que tecnologías como la biometría se desplieguen de forma amplia y general con el fin de ejercer una protección sólida a los clientes. La biometría autentifica a las personas de forma inmediata basándose en sus características únicas, eliminando la necesidad de recordar PINs, contraseñas y otras credenciales basadas en la memoria que son propensas a ser explotadas por los estafadores, proporcionando, así, tranquilidad, y seguridad a los usuarios finales.
Brett Beranek de Nuance